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Si hace tiempo que no haces ejercicio o no lo disfrutas cuando lo practicas, intentar encontrar una nueva rutina puede resultar intimidante. Si no te sientes lo suficientemente fuerte como para seguir un programa de ejercicio, o te preocupa no conseguir mantener tu motivación, una rutina de yoga para principiantes te puede ayudar a vencer la reticencia inicial.

A la vez que aumenta tu sentido del equilibrio, fuerza, y flexibilidad, el yoga también crea un hueco de paz en tu día – un tiempo dedicado a ti que esperarás con impaciencia, y te ayudará a asociar el ejercicio con la relajación y el disfrute. Al intentar hacer bien cada postura, concentrándote en tus extremidades y tus músculos, eso puede ayudarte a que te des cuenta de la fuerza que ya posees, y te dará más confianza para poner a prueba tu cuerpo intentando otras formas de ejercicio más enérgicas.

Si bien es cierto que están a tu disposición muchas opciones de ejercicio para esforzarte a fondo, el yoga resulta muy beneficioso y puede servirte de ayuda para desarrollar un estilo de vida saludable, aunque solo sea aumentando el conocimiento de tu cuerpo. Estas cinco fáciles poses te mostrarán cómo empezar a practicar yoga en casa; pruébalas y verás cómo mejoran tu fuerza, tu confianza y tu motivación.

Cinco posturas de yoga para principiantes

1. Postura de la montaña

De pie, erguido, con los pies juntos tocándose ligeramente o un poco separados y los brazos relajados al lado del cuerpo. Concéntrate en doblar ligeramente las articulaciones y en distribuir tu peso por igual a través de tu cuerpo. Cuando estés listo, inspira profundamente, levanta los brazos hacia arriba, y junta las palmas de las manos sobre tu cabeza.

Esta postura es la base de todas las demás, y es perfecta para hacerte sentir equilibrado y fuerte. Si estar de pie mucho rato te resulta difícil, también puedes hacerlo tumbado en el suelo con las plantas de los pies apoyadas en la pared; es una buena forma de estirar un poco la espalda.

2. Postura del árbol

Empieza como si fueras a hacer la postura de la montaña, con los pies juntos y los brazos colgando a los lados. Desplaza tu peso hacia el pie izquierdo, y levanta la rodilla derecha de tal modo que la planta del pie se apoye en la parte interna del muslo izquierdo, con la rodilla izquierda ligeramente doblada.

Pon las manos delante del pecho, con las palmas juntas, mientras inspiras; entonces, al espirar, estíralas por encima de tu cabeza, separando las manos y manteniendo los brazos estirados. Vuelve a la postura inicial y haz lo mismo con la otra pierna.

Si no crees poder mantenerte en equilibrio sobre una sola pierna, puedes adaptar esta postura apoyando el talón del pie que tienes levantado justo encima del tobillo del otro, manteniendo los dedos del pie en el suelo. ¡Es una postura muy buena para hacerte sentir alto, fuerte y lleno de confianza en ti mismo!

3. Postura del triángulo

 Postura del triángulo

Empieza con los pies a un metro de distancia el uno del otro, el pie derecho girado unos 90 grados hacia afuera y el izquierdo unos 45 grados. Levanta los brazos estirados hacia arriba, entonces inclínate hacia la pierna derecha, dejando que tu mano derecha toque el suelo o tu pierna y señalando hacia el techo con la izquierda. Mantén la postura unos momentos, y entonces repítelo en el otro lado.

Puedes inclinarte tan lejos como quieras, tocando el suelo o simplemente apoyando la mano sobre la rodilla, así que esta postura se puede adaptar fácilmente a tu nivel de flexibilidad. No te esfuerces de forma exagerada – es un gran estiramiento, incluso si no llegas a tocar el suelo.

4. Postura del guerrero

Empieza como para la postura del triángulo, pero gira el pie izquierdo ligeramente hacia adentro. Mantén los brazos estirados hacia cada lado, con las palmas hacia abajo.

Dobla la rodilla derecha 90 grados, asegurándote de mantenerla alineada justo encima del pie y tobillo del mismo lado. Mantén la postura unos momentos, mirando hacia adelante en la dirección de tu mano derecha; luego repítelo en el otro lado. Esta postura proporciona un estiramiento agradable de las piernas y el torso, y ayuda a aumentar la flexibilidad.

5. Postura del niño

Arrodíllate con las rodillas separadas a la distancia de los hombros. Suavemente estira el torso hacia adelante, llevando el pecho tan cerca de las rodillas como te resulte cómodo, y apoyando la frente en la cama o en el suelo delante de ti. Mantén la postura tanto tiempo como quieras, concentrándote en tu respiración.

Este es un estiramiento muy agradable para acabar – y es muy relajante. Como sucede con la postura del triángulo, solo tienes que llegar hasta donde puedas cómodamente, así que es perfecta si no te sientes muy flexible.

Ahora que ya conoces estas posturas de yoga para principiantes, intenta hacerlo en casa y descubre si es para ti. Puede que decidas empezar a ir a clases o que inviertas en un libro o video si de verdad lo disfrutas. El yoga es un gran ejercicio para practicar, y también es muy bueno para suplementar otras rutinas de ejercicio, ya que aumenta la flexibilidad y nos ayuda a entender mejor nuestro cuerpo.

Incluso puedes usar esta simple rutina de yoga en casa para principiantes después de hacer ejercicio, combinándola con otros estiramientos, o para relajarte antes de irte a la cama. De todas formas, el saber cómo empezar a practicar yoga en casa te da un punto de entrada fácil al ejercicio, y te ayuda a prestarle atención a tu cuerpo y a ponerte a prueba.

*Flora ProActiv no es adecuado para los que no necesitan controlar su colesterol. Consumir dentro de una dieta equilibrada y variada rica en frutas y hortalizas. Nutricionalmente no apropiado en embarazo y lactancia ni en menores de 5 años. Consulte con su médico si toma medicamentos hipocolesterolemiantes. Evite consumir más de 3 g esteroles/día.