Consejo 1: Actividad física
Hacer ejercicio es bueno para tu corazón y te ayuda a:
- Mantenerte en buena forma y en un peso saludable
- Controlar la presión arterial y los niveles de colesterol
- Recuperar energía, eliminar el estrés y relajarte
Los expertos recomiendan 30 minutos de ejercicio físico moderado al día (pueden dividirse en tres sesiones de diez minutos o media hora seguida). Un paseo a ritmo de marcha es un ejercicio ideal, ya que aumenta las pulsaciones y el ritmo cardiaco.
¿Por qué no...?
- Subir por las escaleras
- Aparcar el coche un poco alejado de tu destino
- Bajarte del autobús una parada antes
- Dar un paseo antes de desayunar
- Hacer bicicleta estática mientras ves la tele
- Arreglar el jardín
- Utilizar un podómetro e intentar caminar más todos los días
- Bailar un poco
- Nadar
- Controlar la actividad física e intentar aumentarla un poquito cada día
Consejo 2: Seguir una alimentación equilibrada y variada
- Disfrutar de una variedad de alimentos distintos de todas las clases, incluyendo al menos 5 raciones de frutas y hortalizas al día.
- Intentar tomar al menos 2 raciones de pescado azul a la semana (salmón, sardinas, atún…).
- Reduce la sal y las grasas saturadas e intenta tomar mayor cantidad de frutas y hortalizas, así como de alimentos integrales. Es más fácil de lo que parece: - Cambia el bocadillo de pan blanco por uno integral. Opta por lo integral con los cereales del desayuno y galletas para merendar. - Elige productos de bajo contenido en sal, y cambia la mantequilla y otros untables por margarina como cualquiera de las variedades que te ofrece Flora. - Cambiar también los productos lácteos enteros, como la leche, el yogur y el queso, por sus versiones desnatadas o por la bebida Folic B a base de leche destanada con aceites vegetales (te ayuda a sustituir las grasas saturadas de la leche por aceites vegetales ricos en insaturados), una buena alternativa a la leche, deliciosa y con menos grasas saturadas.
- Y procurar que abunden los alimentos de origen vegetal en todas tus comidas, como el pan, la pasta, el arroz, las patatas, las legumbres, las frutas y las verduras.
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Descárgate este pdf donde encontrarás consejos nutricionales para reducir tu colesterol y mantener el corazón sano, como una tabla con los alimentos que debes consumir con más frecuencia y más ocasionalmente.
Consejo 3: Grasas buenas y grasas malas
Aumentar el consumo de grasas "buenas" y reducir el de las "malas" te ayudará a mantener un corazón sano.
Grasas "buenas "
Las grasas poliinsaturadas (omega 3 y 6) de origen vegetal ayudan a controlar los niveles de colesterol, y ayudan por tanto a mantener un corazón sano. Se encuentran en ciertos aceites vegetales y margarinas. El omega 3 de origen animal, ayuda a controlar los niveles de triglicéridos y por lo tanto también ayudan a mantener un corazón sano. Se encuentran en el pescado azul. Las grasas monoinsaturadas se encuentran en el aceite de oliva, algunos frutos secos y los aguacates.
*Consejo de salud: Trata de evitar los aperitivos que contengan grasas saturadas; sustitúyelos por aceitunas, frutos secos, aguacate o cereales.
Grasas "malas"
Las grasas saturadas pueden aumentar los niveles de colesterol "malo" (LDL), que es perjudicial para tu corazón. Estas grasas se encuentran mayoritariamente en los lácteos (queso curado, mantequilla, leche entera, nata...), grasas tropicales (cacao, coco, palma,...), en las carnes grasas y derivados como salchichas o embutidos y alimentos procesados o bollería realizados con estos ingredientes. En alimentos procesados es fundamental revisar la información nutricional sobre todo las ingestas diarias de referencia para saber si aportan mucha a poca cantidad. Todas las grasas y aceites naturales tienen una cierta cantidad de grasas saturadas, lo importante es consumir más grasa insaturada que saturada y minimizar el consumo de grasa saturadas a favor de insaturadas.
*Consejos de salud: Si vas a hacer una tarta o un pastel, sustituye la mantequilla por margarina vegetal, por ejemplo la margarina Flora, que tiene muchas menos grasas saturadas y es rica en grasas insaturadas. Y, en la medida de lo posible, elige productos lácteos bajos en grasas: yogur, leche semidesnatada y queso light frescos o tiernos en lugar de los curados.