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Color, olor y sabor. Esta receta lo tiene todo para alegrar la vista y el corazón. La intensidad de la remolacha y su riqueza en ácido fólico, las propiedades antivirales del jengibre y Flora ProActiv para mantener el colesterol a raya. ¿Qué más le puedes pedir a una tostada?
Color, olor y sabor. Esta receta lo tiene todo para alegrar la vista y el corazón. La intensidad de la remolacha y su riqueza en ácido fólico, las propiedades antivirales del jengibre y Flora ProActiv para mantener el colesterol a raya. ¿Qué más le puedes pedir a una tostada?
Trituramos la remolacha cocida, el jengibre, las almendras y el zumo de lima.
Añadimos sal al gusto.
Tostamos el pan.
Untamos las tostadas con ProActiv y encima extendemos la crema de remolacha.
Decoramos con la ralladura de la lima o con semillas de sésamo.
- Para conservar la remolacha, lo ideal es ponerla en la nevera separando la raíz de las hojas, hasta el momento de consumirlas. Así pueden durar entre 2 y 3 semanas.
- Y, a la hora de elegir remolachas, recuerda que las pequeñas suelen ser más dulces que las grandes.